21 junio, 2012

Camino


A Edna.


I

Por más que hayamos
seguido adelante el camino,
aún podemos ver atrás
y encontrar nuestras huellas.
Huellas que pesan, lastiman
nos derrumban fácil.
Pero de nuevo puedes
levantar tu rostro
y tus ojos que brillan
para que puedan deslumbrar
el horizonte que ante ti
se dibuja luminoso.
Y mírame: yo también
convivo con mis huellas pasadas.
Y heme aquí.
Henos aquí.
Por caminos diferentes
pero que están muy cerca.
Aún de pie, aún con el corazón
latiendo insomne.

II

La luna ha sido víctima
de poetas, de malditos,
de la humanidad;
sigue ahí iluminando
los caminos en la noche.
Las estrellas han sido sueño
frustrado de muchos,
y sin embargo, brillan allí.
Entonces, querida mía,
por qué tu corazón
no podría ser feliz de nuevo,
y expresar eso sutilmente
a través de tu sonrisa
que se manifiesta tan bella.
Que lata de nuevo con estrépito
y su sonido sea como el fuego
que ruge en medio de la oscuridad
y se abre paso entre la frialdad.
Hay un camino delante tuyo
donde caben tus pisadas
donde debes dejar nuevas huellas
un camino donde brilla el sol
el cielo te mira
y el agua te refleja
lo que hay en tu alma.
Anda, sigue adelante,
que no estás olvidada,
menos sola.
He aquí un poeta,
un joven, que te da la mano
con el corazón abierto
a través de la palabra.


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