19 diciembre, 2011

Agua salada

Agua salada

Pesan y a veces valen más las lágrimas derramadas de una mujer que toda el agua del mar, aquellas gotas saladas que recorren un rostro femenino muy despacio, y luego cuando están al borde de éste, caen profusamente, una a otra, para terminar impactando el suelo y siendo evaporadas por el tiempo, pero nunca olvidadas por el corazón.


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