El sol es de cristal frágil,
nuestro corazón también,
su luz es una ilusión,
nuestros ojos también,
el calor que emana un delirio
nuestras sospechas también,
pero ojalá nunca se quiebre,
ni se borre, ni se apague,
como mi corazón, mis ojos
y mi conciencia,
amén.
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