27 mayo, 2012

Guerra de vapores

El viento sopla fuertemente a esta hora. En pocos minutos se esconderá y dejará de brillar el sol, para abrirle paso a la luna y que ésta sea ahora la protagonista. Mientras tanto, en el cielo se libra una batalla entre las nubes. Nubes blancas. Nubles negras.

Pareciera que no se mueven; por eso, hay que prestarles completa atención. Me quedo contemplando la guerra que se libra encima mío. Ninguna de las nubes se quiere dispersar, no se quieren rendir, ni desaparecer, y por ahora, tampoco quieren llover; sólo quieren luchar por ver cuál de ellas dos, se quedará en esta tarde y en esta noche con el cielo. Quieren que hombres como yo o como otro, nos quedemos admirándolas y enamorándonos perdidamente de ellas.

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