28 enero, 2013

El dolor humano


I
¿Qué duele más? ¿La Muerte o la Vida?
¿Cuál de ellas se puede evitar? Ninguna.
Y el Amor, esa cosa que nos da 
un placentero dolor y un doloroso placer,
puede originar cualquiera de las dos.

II
¿Qué le dolerá más a la Humanidad?
¿Saber que su vida se frena
mientras la del mundo continúa?
¿Encontrarse completamente solo
aun entre las multitudes?

¿Y qué es el dolor, sino una sed insaciable,
una aguja cuyo contenido nos despabila,
una cura de vez en cuando
y un padecimiento en ocasiones?

III

Yerra por desiertos sin soles ni cobras,
por mares sin agua y con sombras,
por sueños que no retornan a la realidad,
¡yerra por la tierra el dolido hombre!

IV
Pero ¿qué le duele? Le duele todo y nada.
Le duele ver la tarde terminar
mientras lo acecha con sus garras la noche.
Pero no le duele olvidar su historia
donde cada huella fue hecha con sangre.

V
Entre el transcurso de los días
debe intentar hallar el fin de su dolor.
Sube montañas, atraviesa valles,
su vigilia es de noche y su sueño de día.
Han pasado siglos; nunca encontró nada.


VI
El Hombre es ese ser que busca
lo que no existe, en lugar de crearlo;
el ser que lastima sin compasión
pero que el dolor más minúsculo
que le causen, dice que le afecta el corazón.

VII

El dolor humano es esa estrella
que nadie encuentra jamás
pero que nos sigue a todas partes:
unas veces nos ilumina y ayuda a levantar,
otras se esconde para dejarnos perdidos.

Pero es tan necesaria para sentirse vivo,
es tan mortal y caliente,
como esa estrella llamada Sol.








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