23 abril, 2012

Insomnio

Es de noche, nubes, luna, frío.
Soledad, compañía, ausencia presente.
La luna llora, se incendia; cada día renace.
Tu mirada se apaga, se aviva, reluce.
Tu recuerdo otra vez yace acá, a mi lado.
Tu cuerpo nada en el aire
que está contaminado
por suspiros de pasión
alojados en este momento
de fría oscuridad y redención.

Hay humo, sale de mi,
de mi respiración;
lo hay pues me congelo
en este balcón.
Y sale de mi
ese aire
sinónimo de calor.
Recorre campos, mares
praderas y horizontes
y se posa sobre tu mirada
que ayer contemplaba la alborada.
Me encierro en mi habitación
y miro el techo, estupefacto.
Mis ojos se mueven y éste se queda quieto
el techo se mueve y mi ojos se quedan quietos.

Y me duermo pensando en ti,
acompañado solo de tu recuerdo
claro que hay en mí.

Y cuando despierto no hay Luna,
no hay recuerdo, no hay humo ni frío,
pero estás ahí, frente a mi.
De todo eso ya nada importa
pues por fin estás aquí.








No hay comentarios:

Publicar un comentario