29 abril, 2012

Crisis existencial I

A quien existe en la inexistencia;
o existe y no se quiere dar cuenta
de mi amor esperando brillar como el sol.


Tengo en frente mío un café que no he preparado y su vapor inexistente calienta mi rostro mientras no lo bebo. Mi cabeza que está flotando también está recostada en la cabecera de la cama que no he comprado y miro el sol que no ha salido por el horizonte, a través de la ventana que no he abierto. Siento en mi piel el viento que no ha entrado por la puerta cerrada. Y cierro los ojos que no he abierto. Te pienso aunque no sepas que te pienso.

¿Y sabes? También te tuve en frente mío, justo en el momento en que no estabas ahí. Te amo, Oh... ¡Cómo te amo! Te amo mujer, aun cuando tú no me amas, no me hablas, no me miras, no me sientes, no me sueñas, no me conoces, no me lees y no me piensas. Te amo, aunque nunca sepas que lo hago. Aunque en sueños me digas que no existes; yo no hago caso, y nunca lo haré, cada mañana te diré que Te Amo.

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