29 julio, 2012

En tus labios de muerte



En tus labios de muerte
duermen sueños y olvidos,
pasan sombras y pesadillas,
mueren besos nunca obtenidos.

Los ojos marchitos en tu rostro
me dicen siempre, todos los días,
mientras me miran, tácitos, ahora
No sueñes conmigo... ¡Nunca más!


Tus senos, dueños del color de las nubes
y con el sabor de la dulce miel,
le dicen a mi corazón que te mira,
un 'no' con un silencio demasiado cruel.

Tus brazos pequeños
pero que supieron abrazarme
y proteger al mundo entero,
no quieren ya ni golpearme.

Qué será del sol, cuando llueve,
pues las nubes le ganan la disputa,
qué será de la luna, que hierve

con cada alborada, que mi alma disfruta.
Qué será de mi, que siempre buscó
hacer de ti poesía, que nunca nadie escribió.

Pero dijiste que NO.

17 julio, 2012

Estaciones sin tiempo



I

Han herido a la primavera,
uno de sus árboles de sol está en llamas
y llora hojas, llora plata, llora sangre.
Y cueros duros con ojos pequeños
encargados de mover por el mundo
cabezas llenas de vacío y de agua
pisan y le rompen los huesos
a esas lágrimas delgadas y amarillas.
Un corazón en medio del mar
palpita más rápido, al imaginar
pies pisando hojas muertas
miradas que queman incinerando pájaros
que caen en picada llenos de rocío gris.
Y la primavera moribunda se va
entre el sol y las nubes de algodón
se va cabalgando en caballos de polvo
volviendo a su reino del tiempo
esperando a que las otras tres estaciones
sucumban ante los ojos claros del sol.



II

Han olvidado al invierno,
sus copos de luz y agua flotan
en barcos de vapor hundidos en el cielo.
La blancura fría se derrite entre dedos
de carne y huellas históricas;
y los vientos quedan estáticos
mientras los ojos son los encargados
de velar y hacer llover torrentes.
Algunas partes del cuerpo se rompen
y saben a agua, sangre y nada,
pero congeladas son deliciosas
para pasarle la lengua
una lengua fresca y ansiosa
de tener sexo con las frutas.
Es un invierno hostil y plomizo:
un aguila se perdió en las nubes:
sus alas se cayeron al mar de oro,
sus garras se volvieron de arena,
sus plumas ahora son para escribir,
sobre nieve que desaparecerá,
la historia de pueblo perdidos,
la tragedia de corazones rotos,
pinturas que escribió una sombra
en medio del frío, del invierno, del olvido.


III

El desierto tiene sed de sol
y el sol sed de tierra.
Es en verano cuando sol y tierra
hacen el amor en el mar,
en praderas, desiertos, selvas,
es en verano cuando acuerdan
emanar sombras acaloradas
que se vuelven suicidas
y buscan la luz de toda manera,
cuando acuerdan que todo
será vapor, sudor y sed.
Y llega verano cuando la primer
mariposa que sale del capullo celeste
grita sorda y rellena ciega
con su gritos a los muertos ecos,
ecos creados por símbolos desconocidos
que se pueden hallar en rocas,
debajo de alfombras, encima del cielo.
El aviso de la frágil voladora
de ojos en sus alas
y de alas en sus ojos,
es que pronto será extasiada
por el fuego invisible y destructor
del verano miserable y traidor.
Se preparan almohadas de sueños
a batallar contra el aire espeso,
se alistan tropas de pupilas lila
para llorar saliva en ríos de paz,
se prepara el verano rojo y crudo
como carne de vaca sagrada,
para morder y tragarse
todo tipo de ganas de frío,
para clavarle una estaca
negra de carbón al invierno.


IV

Dos cabezas en un pastizal
de un parque de peces y auroras,
se escudan del cielo circundante
debajo de un árbol sin pulmones.
Totalmente negro, seco y áspero
está el árbol atado a la tierra,
con raices de mármol
y un tronco de calaveras;
raices con las que él mismo se ató,
para suicidarse con gotas de tiempo,
un tronco que lo sostiene
y lo mantiene con vida, muerto.
El otoño se llevó sus hojas
y le arrancó las respiración,
se llevó el aire que exhalaba
entre sus poros de madera dorada.
Con metales que giran y hacen ruido
fue asesinado, ultrajado y cortado por la mitad
para ser arrojado como un condenado
al fuego ardiente como verano.
En su metaformosis renacerá
como un fenix de gran edad,
entre sangre y sal brotará
una pequeña uña de cristal,
un espejismo como el reflejo
de tus labios de carne y piel
tan suave como la miel de cocodrilo.


V

En un lado desconocido por mortales
se encuentran almas blindadas
contra todo tipo de dolor o emoción
que pueda producir una estación,
una mirada de claroscuro que nunca fue,
un beso con el cuerpo que se dio en vida,
un cielo blanco-azul que virgen quedó
ya que nadie con sus alas lo violó.
En un lado cerca a todos los mortales
nos encontramos poetas y hombres raros
que ante la mínima gota de invierno,
rayo moral de verano,
hojas con los huesos quebrados,
árboles sin hojas ni manos,
morimos para renacer al siguiente segundo.











15 julio, 2012

La pintora sin pincel


I

La ciudad se congela tácita
los vientos soplan y escupuen
un frío tan mortal y desgarrador
que hace de hielo a pies y manos.

Tu cuerpo cálido lucha
por encontrar el calor,
tu corazón llora y se agita
porque sabe vivir con pasión.

El cielo se manifiesta plomizo
y nos hace pensar dónde está el sol
pero tus ojos se muestran ante mi
y me hacen desvaríar y sonreír con frenesí.

Nuestro idioma se aflige
por no poder complacerte,
pero tu encuentras la manera
de expresarte libre y soberana.

Una sonrisa, un beso
una caricia, un orgasmo.
Un sin fin de artes y sueños,
infinidad de cualidades.

Pronto probaré con delicia
esos dos dulces majestuosos
que resultan ser tus labios
tibios, rosados y extasiados.

Y pronto me bañaré en tu río,
por el que bajan aguas rápidas
tan coloridas como el universo
que habita dentro de tu ser.

II

Manadas abismales de luz
nadan entre campos de miel,
pupilas dilatadas prueban y lamen
con delicia, el sexo del día,
y penetran y besan iracundas
el cuerpo de las estrellas.

Uno par de senos rosas
una cabellera espumosa,
son el cuadro que pintan
las almas felices ansiosas,
almas que se queman
entre mares de leche y hiel.

Una música que suena,
y alerta al pájaro, a la sirena,
para que vuelen y ataquen
a los silencios del café
tan provocante y delicioso
como el cuerpo de mujer.

Estatuas combaten contra el cielo
en las noches de frío y luz de luna,
son los dioses que han venido
a buscarte por ser tan hermosa.
Estatuas te defienden porque eres rosa,
y éstas también te aman, hermosa.

Vuelan espadas, escudos y cabezas
y el campo se desangra en la batalla,
las almas por el universo ahora vagan.
Y tú, protegida dentro de ti misma,
piensas y pintas la escena en cuadros
que luego expones en tu mirada.

Y yo, que desde acá te admiro y esculpo
escribo versos que resultan abrazos
en los momentos más vacíos y dolorosos
para ti, pintora que no usa pincel,
para tu vida, tu alma, y tu mirada de sol y miel.



10 julio, 2012

Exploración de un río


Exploración de un río.


I

Hay un río que razona y piensa,
allí nacen las aguas
de lo fantástico y de lo abstracto,
de lo soñado y delicado.

Y es un río que desemboca en muchos lados
tan remotos como tu cuerpo.
Y recorren caminos tan viejos
como la memoria, como el tiempo.

Un río que tiene esencia invisible,
de infinitos colores, aromas y sabores;
pero que se puede tomar de sus aguas
si se le siente, si se le toca.

Es un río cuyo caudal crece
cuando ries, cuando besas,
cuando descansas y pernoctas,
cuando besas bocas perversas.


II

Un paisaje se dibuja en tu pupila
y es tan cálido como tu danza;
y un navío de estrellas en tus pechos
surca mares, tu corazón y los cielos.

Ideas perfumadas cabalgan al horizonte,
miradas perdidas se sienten en el vientre,
suspiros excelsos rompen el silencio:
y todo ésto ocurre dentro de tu cuerpo.


III

El sol llora fuego para que tus ojos
brillen y se logren aclarar,
y así quedar tan puros
como el corazón del ángel de cristal.

La luna irradia viento y luz
para que tu cara perpétua
siempre sonría y siempre viva
en algo que llamamos eternidad.


IV

Ya no son sólo ríos de crisis
con agua salada y deliciosa;
ahora forman un mar extenso
como el mismo universo.

Y toda tu vida podrás flotar en él,
viajar como la luz en primavera,
ser como el fuego que hace crujir a la madera
mientras se quema con las horas.

Podrás ahora besar como las flores
besan a pájaros, al viento y a las rocas;
pues tus labios que son pétalos rosas
ya besaron a los dioses en sus bocas.


V

Rugen las imágenes
que habitan tu memoria
para que puedan salir
y ser libres como hojas.

Lloran las heridas
que alguna vez tuviste
pues el tiempo
las dejó mudas y sordas.

Los gritos hacen silencio
como modo de protesta,
pues te diste cuenta
que un suspiro grita y versa.

Tus suspiros tienen orgasmos
iracundos, intensos y dionisiacos,
porque se excitan, nacen, y no mueren,
sino que se duermen en el espacio.

La lluvia dice ahora
que es momento de partir
hay que seguir navegando en tu dulce río,
pues allí es donde amo, escribo e imagino.

07 julio, 2012

Alma en pena

El alma tiene fuerza infinita
por eso es capaz de cargar penas
tan pesadas como el mundo.
Cuando un alma se rinde
no es porque no aguante más
sino porque el cuerpo que la alberga
se queda quieto y no se mueve
no hace nada ni le interesa,
la pobre alma queda atosigada
encerrada y sin salida
y con una pena encima
y no se muere, sino que se cansa y se va
dejando así al pobre cuerpo
muerto, frío y tieso.
Y allá va el alma libre por fin
volando en un universo sin fin.

06 julio, 2012

El vuelo y la caída



"Probablemente Ícaro creía tocar el cielo 
cuando se hundía en el mar epónimo"
Cortázar.


La leyenda griega dice que un soñador
un día soleado construyó
alas tan frágiles y enormes
que en su espalda implantó.

Hechas con cera de abeja,
con su padre, este valiente las fabricó.
Al ver cuán inmensas y gloriosas eran
no dudó mucho y hacía el cielo voló.

¡Servía! Servían sus alas
y por encima del mar lo demostró.
Nadó en océanos de dicha y fulgor,
y entre los vientos navegó.

Mientras pensaba si el cielo
era más grande y azul que el mar
se acercó poco a poco al sol,
tanto, que ya no podría aterrizar.

Su padre, a gritos heridos proclamaba
que bajara pronto a la tierra
pero él le contestó: "estoy
en el lugar que mi alma anhelaba"

Sus alas no aguantaron demasiado,
con cada segundo que pasaba,
del cielo se alejaba más y más,
ahora hacia abismos con agua se acercaba.

En los mares de Poseidón se hundió,
su alma toda la eternidad se va a lamentar
de quedar aferrado a la tierra
cuando tuvo la oportunidad de volar.

Sus alas se derritieron
al igual que su corazón
y mientras caía: lloraba
y moría sin razón.

Canción de día nublado



Canción de día nublado

Intro: (Am C Em C Am D G D) [Arpegio]

(Am) El cielo está llorando
(E) rosas ya marchitas
(Am) Tu corazón sangrando 
(E) arde y grita rebeldía.

(Am) Estas grises calles
(E) me dicen cada día
(Am) que las almas nunca
(E) están vacías ni frías.

(Dm6add9) Qué será del sol
(Em9) cuando no brille más,
(Dm6add9) qué será de mi
(Em9) cuando no me ames ya.
(Dm6add9) Seré una sombra
(Em9) que vaga sin rumbo,
(Dm) un poeta perdido
(Dm6add9) en medio del olvido. (Em9)

(Am) Mi guitarra canta
(E) y mi voz se agita,
(Am) cuando las estrellas
(E) brillan sin cesar.

(Am) Y ni el fuego podrá
(E) derretir esta pena
(Am) que me invade tanto,
(E) me congela el alma, nena.


(Dm6add9) Qué será del sol
(Em9) cuando no brille más,
(Dm6add9) qué será de mi
(Em9) cuando no me ames ya.
(Dm6add9) Seré una sombra
(Em9) que vaga sin rumbo,
(Dm) un poeta perdido
(Dm6add9) en medio del olvido. (Em9)